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El debate sobre el repliegue de tropas se reabre en EE UU

La desaparición de Al Zarqaui relanza el debate sobre la seguridad en Irak, directamente ligado al despliegue de tropas. George W. Bush reiteró ayer que es imposible determinar cuándo estarán listas las fuerzas iraquíes para asumir responsabilidades. "Tendremos una valoración más real cuando el nuevo Gobierno empiece a funcionar", dijo tras recibir en Camp David a Anders Fogh Rasmussen, primer ministro de Dinamarca, un país con 500 soldados en Irak.

En Bagdad, el primer ministro, Nuri al Maliki, le dijo a Rasmussen que confiaba en que su Gobierno estará preparado de aquí a 18 meses. El lunes y martes, también en Camp David, se reunirá el equipo de seguridad y defensa de la Casa Blanca, que mantendrá una reunión por teleconferencia con Al Maliki y algunos de sus ministros en Bagdad.

Bush siempre dice que a medida que los iraquíes den un paso adelante, EE UU dará un paso atrás. Nadie espera que después del martes vaya a haber calendarios de repliegue, pero, según el presidente, "tras analizar con detalle los planes, seremos capaces de transmitir mejor el sentido del paso adelante y el paso atrás". Bush necesita transmitir mejor eso y más cosas, a juzgar por el último sondeo de Ipsos: el 54% cree improbable que haya un Gobierno estable y democrático en Irak. La encuesta, anterior a la muerte de Al Zarqaui, refleja las crecientes críticas sobre la guerra en un horizonte, el de las legislativas de noviembre, muy apurado para los republicanos.

Todos opinan

En el gran debate abierto por la muerte de Al Zarqaui, Ivo Daalder, de la Brookings Institution, celebra su desaparición pero coincide con la mayoría en que la violencia no desaparecerá "porque el presente estado de anarquía es resultado de muy diferentes causas". Anthony Cordesman, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, no duda de la "victoria política y de propaganda" de EE UU e Irak, pero cree que lo ocurrido será importante a largo plazo sólo "si el Gobierno iraquí puede construir un consenso y derrotar a la insurgencia".

"Para invertir el alarmante deslizamiento hacia la guerra civil", hará falta algo más que la muerte del líder de Al Qaeda, señaló ayer The New York Times, celebrando la confirmación del nuevo Gobierno de Bagdad. Fue, según The Washington Post, "un buen día para Irak", por la muerte de Al Zarqaui y por el gabinete, pero no se debe precipitar la retirada de las tropas, por mucha presión política que haya, porque "sería trágico que después de tanto sufrimiento, se le denegaran los medios para tener éxito al primer Gobierno democrático de Irak".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de junio de 2006