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Irán prepara una respuesta a la oferta de las potencias para salir de la crisis nuclear

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manuchehr Mottaki, anunció ayer que su Gobierno está estudiando la propuesta para desbloquear la crisis nuclear que esta semana le presentaron los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania. "Entregaremos [nuestra respuesta] a los europeos en forma de una enmienda o una contrapropuesta", añadió Mottaki. Aunque algunos analistas interpretan que Irán está insatisfecho con la oferta recibida, otros destacan que la diplomacia ha empezado a surtir efecto.

"Irán se esforzará para adoptar medidas que permitan alcanzar un entendimiento global y que tenga en consideración tanto los intereses inalienables, de un lado, como las preocupaciones, del otro", declaró Mottaki, citado por la agencia oficial iraní, Irna. "Hemos abierto la propuesta y la estamos estudiando", agregó el ministro.

"Esperamos que el establecimiento de canales diplomáticos de ida y vuelta, que permitan a la República Islámica proponer enmiendas o incluso una contrapropuesta, resulte constructivo". Mottaki no precisó el contenido de esas enmiendas o sobre qué puntos tienen discrepancias. Tampoco respondió si la oferta incluye la suspensión del enriquecimiento de uranio. "No puedo hablar sobre los detalles", se disculpó tras asegurar la intención de las autoridades de informar "al país del contenido de las propuestas europeas".

El alto representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana, entregó el pasado martes a las autoridades iraníes un paquete de incentivos tecnológicos y comerciales, para tratar de persuadirles de que abandonen el enriquecimiento de uranio. La proposición, acordada por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia) más Alemania, y cuyo contenido exacto se desconoce, también incluye una amenaza implícita de sanciones si Irán mantiene su desafío.

Desde entonces, diplomáticos y periodistas se afanan por averiguar cuál será la respuesta de Teherán. Aunque en la primera reacción el encargado de las negociaciones nucleares, Ali Lariyaní, estimó "pasos positivos" en la propuesta, una intervención del líder supremo resultó más dura. El ayatolá Alí Jamenei advirtió de que su país interrumpiría el flujo de petróleo si es atacado. Los sectores más conservadores reclaman que no se acepten precondiciones para el diálogo, en referencia a la exigencia de que Irán suspenda el enriquecimiento antes de sentarse a la mesa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de junio de 2006