La principal diferencia es la de no incluirse dentro de los listados de audiencia de las televisiones, ofreciendo un producto de calidad a todos los españoles y televidentes de su canal internacional, ofreciendo únicamente programas divulgativos de información, educativos, debates políticos y cuestiones de interés general. Carlos101.
Debería tener una programación de calidad, eliminando cualquier rastro de telebasura y aumentar la duración y frecuencia de los telediarios y, por supuesto, ser pública, no del Gobierno de turno. Alcoyote.
Su fin prioritario no debería ser, al contrario de las cadenas privadas, la cuenta de resultados. Debería dar una prioridad a programas culturales, educativos, formativos, e incluso, y por qué no, de ocio y de diversión. Pacosanta.
Para empezar, en una ausencia absoluta de talk shows y publicidad. En no tratar de competir por la audiencia con otras cadenas. En dedicar más tiempo a noticias y reportajes sobre la realidad sociopolítica de diferentes países, cercanos y lejanos. En producir y ofrecer documentales sobre los diversos aspectos de la Ciencia, Geografía, Historia. En ofrecer un buen cine (o sea, poco cine español actual). Si con estas premisas la TV pública obtiene el 10% de la audiencia significará que somos un país cargado de futuro y de cultura. Alfie.
La televisión pública debe ir más a promocionar la cultura y los valores que a luchar por la audiencia. Debe notarse en la calidad de los productos que ofrece. El espejo de las privadas debe ser la pública, no al revés... Rafael Gijón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de junio de 2006