Otto Pfister, entrenador alemán, anunció ayer que volvía a dirigir a Togo, que se arrepentía de haber dimitido hace tres días, y que hoy estará sentado en el banquillo para ver el debut de sus pupilos contra Corea del Sur.
"Los jugadores han insistido muchísimo para que vuelva", explicó el técnico. Pfister no lloró esta vez. Sí lo hizo tres días antes, cuando dimitió "irrevocablemente" por la discusión que sus jugadores mantenían con la federación a causa de las primaspilló desprevenido a todo el mundo. A sus jugadores. A los periodistas. Y a Mawena, su sustituto: "No estoy al corriente, pero espero seguir hasta el final del torneo", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de junio de 2006