La Diputación de Barcelona apuesta por la proximidad en la lucha contra los incendios forestales. El organismo centra el trabajo en materia forestal en la prevención, en la que invierte unos tres millones de euros, y en la campaña veraniega de vigilancia, que se inicia el día 16. El criterio de la Diputación, que ayer expuso su presidente, Celestino Corbacho, en la presentación de los efectivos, es intentar combatir el fuego en su inicio.
Para aplicar este criterio, los rectores del organismo confían en la eficacia de los 285 vigilantes que al volante de los 126 vehículos Suzuki tendrán al alcance de su vista 440.000 hectáreas de bosque de la provincia de Barcelona. La campaña tiene un presupuesto de 2,3 millones de euros.
"Si un incendio se ataca en los primeros 15 minutos, su propagación no supera las cinco hectáreas", afirma Ignasi Castelló, responsable de la oficina de Medio Ambiente de la Diputación de Barcelona. Considera que a pesar de los cambios efectuados en la extinción, aún se debería reducir el tiempo de respuesta de los equipos destinados a apagar las llamas ya que el problema de los incendios no reside en la cantidad, sino en su extensión. Castelló cree más difícil la reducción del número de incendios forestales que la de la extensión. En este sentido, opina que las 4.000 hectáreas que ardieron el pasado verano son un exceso, y que Cataluña no debería sobrepasar el millar de hectáreas quemadas en los incendios veraniegos.
Con este objetivo, la Diputación, además de los vehículos de vigilancia, ha iniciado un proceso de equipación de los grupos de voluntarios de la Asociación de Defensa Forestal (ADF) con pequeños camiones que llevan un depósito de 3.000 litros de agua y una manguera para actuar de inmediato. Estos vehículos se sitúan en los puntos más alejados de los parques de bomberos para actuar con mayor rapidez, y están en manos de los agricultores y voluntarios de la ADF, que "son los que conocen el terreno" y "en quienes hay que confiar porque con su experiencia acaban aportando tanto como los profesionales", apunta el diputado del área de Medio Ambiente, Josep Mayoral.
Montserrat Tura, consejera de Interior, calificó ayer de "muy grave" la situación de sequía que sufren los bosques y alertó del elevado riesgo de incendio forestal. Aunque en invierno llovió más que en años anteriores, apenas lo ha hecho en los meses de abril y mayo (los más lluviosos en Cataluña), por lo que Tura advirtió de que la campaña de prevención y extinción de incendios que se avecina será extremadamente complicada. Interior ha reforzado los efectivos terrestres y aéreos para la lucha contra el fuego y ha invertido desde el pasado verano 1,5 millones de euros en la construcción o reforma de 30 torres de vigilancia en todo el territorio catalán.
Los agentes rurales investigan la intencionalidad de un incendio que arrasó ayer 25 hectáreas de bosque en Alforja (Baix Camp). La hipótesis de que alguien lo causara tomaba ayer fuerza puesto que en el municipio se han declarado varios pequeños incendios en los últimos días. Ayer hubo tres y anteayer, otro. Sin embargo, fuentes de Medio Ambiente subrayaron que los fuegos podrían tener un origen natural puesto que las condiciones climáticas "no son las mejores", informa Oriol Aymí.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de junio de 2006