Una concepción inteligente de lo que es una actuación en un teatro es lo primero que evidenció esta veterana banda pamplonesa. Con la sala llena de seguidores acérrimos, la banda de Drogas, Boni y Alfredo insufló vida a sus temas de siempre en un orden ascendente, comenzando por una visión semiacústica de las canciones de un larga carrera de 24 años de rock barrial, pero cargando poco a poco sus pilas de electricidad para terminar con las guitarras a todo cuello. Un planteamiento que sirvió para que su último disco de grandes éxitos en directo Latidos y Mordiscos tuviera sentido artístico y no como ocurre con la mayoría de las recopilaciones que aparecen en el mercado. La banda se completó con tres vocalistas femeninas en plan rock sureño, un teclista, un saxo, una armónica y la batería de su última incorporación, Ibon, para extraer las esencias a históricos temas como No hay tregua, Blanco y Negro o En nombre de Dios, aunque el resto del repertorio no deslució un ápice. Puede que su propuesta sea un poco antigua conforme a lo que está pasando en el mundo del rock en la actualidad, pero los Barricada están más vivos que un recién nacido y eso en una banda de rock es algo impagable.
Barricada
Enrique Villareal, Drogas, (voz y bajo), Javier Hernández Boni (voz y guitarra), Alfredo Piedrafita (guitarra) e Ibon Sagarra (batería). Teatro Lope de Vega, Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de junio de 2006