Los mercados de valores sufrieron ayer un serio revés cuyo principal punto de origen está en el temor de los inversores a una larga serie de subidas de los tipos de interés, pero que ayer parecía una gran bola de nieve en pleno descenso.
El Ibex 35 cayó el 2,12% y se situó en 10.797,50 puntos, justo en la zona del nivel de soporte que, al menos ayer, parecía más frágil que nunca. Aun así, la Bolsa española conserva el signo positivo en sus ganancias anuales, ahora reducidas al 0,59%, mientras que el resto de los principales mercados europeos ofrece un panorama muy negativo, con descensos acumulados en el año que ya superan el 2%.
El descalabro sufrido por los mercados de valores en los últimos días semeja una onda expansiva sin que esté muy claro el punto de origen. Según la opinión más extendida, Tokio perdió el martes el 4,14% porque Nueva York había cerrado previamente con un recorte del 0,91%, con lo que los inversores europeos se encontraron con un preocupante factor multiplicador que les empujó a vender sin criterio, aunque no les faltaban argumentos, en el supuesto de que hubieran tenido tiempo de buscarlos.
En Alemania, el índice ZEW de expectativas económicas del mes de junio cayó a 37,8 puntos desde los 50 del mes anterior, con lo que entra en fase negativa. En este punto, muchos inversores se preguntan si estamos ante un simple cambio de ciclo de los tipos de interés o se trata de algo más profundo. En cualquier caso, las tres grandes áreas económicas, euro, dólar y yen, se pueden enfrentar a una situación de dinero más caro con sus economías en fase de crecimiento débil o en plena recuperación, lo cual podría explicar lo nerviosos que están los inversores en todo el mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de junio de 2006