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Acuerdo para frenar la guerra sucia electoral

La incertidumbre generada por la guerra sucia desatada por los principales candidatos a la presidencia de México obligó a los participantes en el proceso a firmar un Acuerdo Democrático por la Equidad, la Legalidad y la Gobernabilidad que nació con el pie izquierdo. El Partido Nueva Alianza se negó a suscribirlo debido a la existencia de una cláusula que demanda auditar el padrón electoral que incluye a más de 70 millones de mexicanos. El acuerdo, que compromete a los actores a respetar las reglas electorales, reconoce el resultado de las presidenciales del 2 de julio y sienta las bases para la gobernabilidad, se firmó con el Instituto Federal Electoral (IFE) como garante.

El pacto fue avalado por el Partido Acción Nacional (PAN, derechista en el poder), la coalición Por el Bien de Todos (izquierdista), Alianza por México (del ex gobernante PRI) y Alternativa (socialdemócrata). Quedó al margen Nueva Alianza (progubernamental), que inicialmente propuso el acuerdo y, según las encuestas, cuenta apenas con una intención de voto del 1%.

A pesar de la fuga de último momento, el presidente del consejo del IFE, Luis Carlos Ugalde, afirmó que el convenio político es de gran importancia, al tiempo que sostuvo que el Instituto seguirá garantizando que los mexicanos votarán en las presidenciales con libertad y que el ganador será el que tenga más votos, que serán contados con total limpieza y transparencia.

Desconfianza

En opinión del ex consejero del IFE Jaime Cárdenas, "el pacto dará márgenes de certidumbre a la sociedad, después de que ha vivido la peor escalada de la guerra sucia en una campaña presidencial", ya que "existe mucha desconfianza en este proceso", comenzando por el hecho de que los actuales consejeros del Instituto Federal Electoral fueron designados sólo por dos partidos, el PRI y el PAN. Cárdenas afirma la idea de que el Pacto tiene como origen también el hecho de que hay "mucho temor por parte de algunos sectores gubernamentales y empresariales de que se presenten demandas de nulidad de la elección, se da en prevención de una posible impugnación".

El ex consejero consideró que no hay a la vista "elementos sólidos" que hagan probable una situación que lleve a la nulidad, ya que el padrón es confiable, aun cuando contiene inconsistencias. Los mayores riesgos que Jaime Cárdenas ve con vistas al 2 de julio son que el presidente Vicente Fox "suelte la boca, haciendo campaña por el candidato del PAN", y si los medios, las televisiones concretamente, no asumen un papel equitativo en los últimos días de la batalla por los votos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de junio de 2006