La fuerte caída de los mercados de valores se vio ayer frenada en buena parte debido a un simple movimiento de rebote, lo que ha servido a la Bolsa española para eludir la ruptura del nivel de soporte de los 10.800 puntos, aunque en algunos momentos el Ibex 35 llegó a situarse en 10.744,20.
Al final de la sesión, el principal índice del mercado español recuperó el 0,50%, para cerrar en 10.852 puntos, un nivel que aporta bastante tranquilidad pero que deberá ser confirmado en los próximos días.
Para algunos observadores, el volumen negociado es un buen indicador de los riesgos que los inversores están dispuestos a asumir, y, en esta ocasión, la contratación en el Mercado Continuo descendió en casi 2.000 millones de euros, hasta quedar en 4.339,77 millones. La aportación de las operaciones "abiertas", sin embargo, bajó sólo 1.000 millones de euros, para situarse en 2.778,74 millones.
Una de las cuestiones cruciales del día estaba en la publicación del IPC de Estados Unidos del mes de mayo, que subió el 0,4% después del 0,6% de abril. Para los analistas el dato fue bueno por ser menor, pero la inflación subyacente, sin el efecto del combustible, subió el 0,3% con lo que empieza a reflejar lo que algunos técnicos llaman "efectos de segunda ronda" por el encarecimiento del precio del petróleo.
Los mercados de valores se mostraron conformes con estos datos, que, si bien confirman los peores temores, ya parecen descontados en buena parte con las caídas de los días anteriores.
El discreto avance del empleo en la eurozona, con un 0,3% en el primer trimestre y un 0,9% en tasa interanual, no consiguió animar a los mercados europeos, en los que se impone la desconfianza hacia un producto tan volátil como la renta variable. En cualquier caso, ni los recortes ni los avances permiten sacar conclusiones con vistas a los próximos días.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de junio de 2006