En una tarde en la que Pasqual Maragall sufrió hasta el último minuto la tensión de no saber si la Junta Electoral Central (JEC) permitiría la retransmisión de su discurso institucional televisado en el que recordaba la importancia del referéndum, el presidente de la Generalitat se desquitó ante el público minutos después de conocer que no había objeciones judiciales. Y pidió el sí al Estatuto no una, sino al menos 30 veces. Y lo hizo como presidente del PSC, "pero también como presidente de todos los catalanes", dijo, a sabiendas de que la Junta Electoral poco o nada podía hacer para invalidar este mensaje en las últimas horas de una campaña electoral marcada por las mil y una objeciones judiciales a los mensajes del Gobierno catalán.
Y así, sin ocultarse tras el cargo de presidente del PSC, Maragall pidió el sí, "a los jóvenes, a los ancianos, a los trabajadores y a los discapacitados". "A los catalanes de Lleida, de Tarragona, de la Cataluña central, del Ebro, de Barcelona, de Girona y del Pirineo". Y, con el tono emotivo de las grandes ocasiones que casi sonó a justificación por estar cometiendo lo que para muchos será considerado una ilegalidad, dijo: "Os pido el sí como presidente y con el conocimiento que me dan estos 20 años al servicio de Barcelona y de Cataluña". Y, a modo de despedida y sin necesidad de recordar lo mucho que se juega él personalmente mañana, rogó: "No me falléis".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de junio de 2006