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Autostrade y Abertis acercan posiciones con el Gobierno italiano

La gran fusión de las autopistas, que ha suscitado reticencias en Italia, está desde ayer un poco más cerca. Autostrade remitió finalmente al Consob, la autoridad bursátil italiana, el proyecto de integración con la española Abertis. Lo hizo tras una reunión del Consejo de Administración del grupo en la que se encargó a su presidente, Gian Maria Gros-Pietro, que "prosiga las conversaciones con Anas (el ente público que gestiona las autopistas del país) con el fin de definir el marco de posibles compromisos específicos o de garantías que respondan al interés de la sociedad y a la protección del interés público".

Las garantías que exige el Gobierno de Romano Prodi -que ayer fueron abordadas en un "satisfactorio" encuentro entre el ministro de Obras Públicas, Antonio Di Pietro, y el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany- son éstas: cumplir con el plan inversor de Autostrade, de 10.000 millones de euros, dejar un margen de autonomía para la concesionaria italiana en ese país, responder de la solvencia financiera del grupo, garantizar un accionariado estable, liderado hoy por los Bennetton, y asegurar que ACS, accionista de Abertis, no tendrá privilegios en los proyectos del grupo. Cuando Autostrade se privatizó se prohibió temporalmente la presencia de constructoras en su capital para evitar conflictos de interés.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de junio de 2006