La plaza Xemáa-el-Fná, en Marraquech, fue declarada por la Unesco Patrimonio Oral de la Humanidad. Con este reconocimiento internacional, la popular plaza marroquí se dio a conocer en el mundo como un espacio de convivencia, donde a través de la palabra se conforman y asumen los valores de la comunidad. La compañía española Primigenius, que ha trabajado en numerosas ocasiones en ese país vecino, presenta este fin de semana el espectáculo Xemáa-el-Fná, destinado a público de tres años en adelante.
El montaje tiene como protagonistas a los primos Abdul El Cuentista y Omar El Tambourín, ambos poseedores del título de halaiquíes (cuentacuentos de la plaza Xemáa-el-Fná), y llegan en sus alfombras mágicas para contar historias acompañadas de música, aromas y sonidos marroquíes. Algo parecido a lo que ocurre en la vida real cada día al caer el sol en la plaza de Marraquech. Relatos, consejos, remedios para males variopintos, música o una receta de cocina se intercambian en ese lugar.
En su recreación, Primigenius provoca a los espectadores para que se conviertan en protagonistas de la historia, ya que los hacen participar en la ceremonia del té, palmear ritmos bereberes o árabes o se ven envueltos en aromas de incienso o azahar. (teatro Pradillo; sábado, 17.00, y domingo, 12.30).
El II Ciclo de Teatro para Bebés del Centro Cultural de la Villa, Rompiendo el cascarón, llega este domingo a su fin. Y lo hace con el montaje Erde, stock und stein (Tierra, palo y piedra), de la compañía alemana Helios Theater.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de junio de 2006