En un año de holgura fiscal, con el precio de la principal exportación, el cobre, en un nivel récord, las 36 medidas del Gobierno chileno se concentran en el plano social: reajuste a las pensiones más bajas, más y mayores becas en educación, creación de centros de salud y un código de no discriminación.
La principal medida política parece destinada a naufragar: la oposición dijo que rechazará en bloque los cambios al sistema electoral concebido por la dictadura, que asegura una alta representación a la derecha. Sin algunos de sus votos, el proyecto no será aprobado. Once de las 36 propuestas se tradujeron en proyectos de ley, entre ellas la creación de dos nuevos ministerios: Seguridad Pública y Medio Ambiente.
La carta de navegación es ambiciosa. En La Moneda se afirma que Bachelet aspira a construir un Estado de bienestar a escala latinoamericana, no europea, donde los más pobres tengan sus derechos garantizados en materia de educación, salud y previsión. El movimiento estudiantil, según Bachelet, cambió los énfasis, pero no la agenda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de junio de 2006