El comentario que hizo ayer Imma Mayol (ICV), tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, en la presentación de las medidas especiales que se adoptarán con motivo de la verbena de Sant Joan, acerca de que la Guardia Urbana será tolerante con el consumo de alcohol en la celebración de las verbenas, fue objeto de réplica por parte de CiU y el PP, que instaron al cumplimiento estricto de la ordenanza. Es decir, a que no se permita bajo ningún concepto el consumo de alcohol en la calle. Fuentes municipales insistieron en que Mayol se refería a la celebración de la verbena en espacios abiertos, como las playas, donde en la noche de Sant Joan se celebra la fiesta del solsticio de verano.
Con lo que no se será flexible es con otras actitudes incívicas y Mayol advirtió de que se seguirán sancionando otros comportamientos como prevé la ordenanza por el civismo, por ejemplo orinar en el espacio público, en este caso en las calles o las playas de Barcelona. "Hacer las necesidades fisiológicas en la calle se sancionará y no habrá tolerancia porque no hay ninguna razón que justifique este hecho", explicó Mayol, quien aseguró que el Ayuntamiento "ha hecho un esfuerzo muy importante" para aumentar el número de urinarios en la zona de las playas.
Este año se pretende que las playas ya estén limpias desde primera hora de la mañana. Se instalarán 113 lavabos y se colocarán 250 papeleras de cartón, además de las 420 permanentes. Un total de 175 operarios de limpieza y 58 vehículos trabajarán en playas y paseos. En la operación de limpieza colaborarán 12 reclusos que se encuentran en régimen de tercer grado.
Los chiringuitos de las playas podrán estar abiertos hasta las cinco de la madrugada, hora a la que la megafonía de las playas advertirá del fin de la verbena. Una hora más tarde, la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra desalojarán de las playas a las personas o grupos que no hagan caso de las indicaciones del servicio de megafonía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de junio de 2006