Se acabó el sueño para Trinidad y Tobago. El país con menos habitantes (1,2 millones) en disputar un Mundial se despidió ayer de Alemania con una derrota ante Paraguay por 2-0. La clasificación era difícil, pero la aritmética permitía a los caribeños seguir soñando. Necesitaban golear y que Suecia perdiera. Al final, se impusieron la lógica y la estadística. Paraguay, más experimentada, venció y los ingleses, como en los últimos 38 años, no doblegaron a los suecos.
No fue por falta de ganas. Los de Leo Beenhakker salieron con tres delanteros, Stern John, Glen y Yorke. Y aún sacaron otro, Jones, cuando a los 25 minutos Sancho marcó en propia puerta. Fue la primera señal de que la noche no acabaría bien para los caribeños. Luego llegó la lesión de Glen, que desordenó definitivamente al equipo. A Paraguay, que sólo competía por el honor de no irse sin puntos, le bastó con aguantar para asegurarse la victoria.
Ya en la segunda mitad, la salida de Latapy animó el partido. El delantero, de 38 años, lo intentó con más fe que peligro. Entonces remató Paraguay. Cuevas hizo una pared con Santa Cruz, se quedó solo y, con habilidad, puso en el marcador el 2-0 definitivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de junio de 2006