El Comité de Peticiones de la Eurocámara acordó ayer admitir a trámite la queja encabezada por el eurodiputado del PP Luis Herrero, y acompañada de 700.000 firmas, sobre la intención de la Generalitat de no renovar las licencias de la Cope en Catatuña, pese a que finalmente accedió a revalidarlas. La decisión fue adoptada por el presidente de dicha comisión, el polaco Marcin Libicki, y provocó la protesta de los Verdes, ya que la crítica se apoya en "humo y polémica". Doce eurodiputados pidieron al presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrel, que suspenda la decisión de Libicki por "partidista y antirreglamentaria".
El Gobierno catalán aseguró que pese a la decisión inicial de no renovar dichas frecuencias por difundir "programas anticatalanes que incitan al odio, la violencia y la división", la Cope ha emitido sin interrupción desde 1998.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de junio de 2006