El Ayuntamiento, la Generalitat, los dos clubes de fútbol de la ciudad (Barcelona y Espanyol), la Confederación de Comercio, la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB), los sindicatos y el Colegio de Periodistas constituyeron ayer la comisión institucional de análisis del vandalismo. Una reunión que fue el punto de arranque de una serie de trabajos y propuestas para intentar evitar que se repitan los graves episodios de vandalismo que ocurrieron en Barcelona durante las celebraciones del FC Barcelona con motivo de la victoria en la Liga y la Champions el pasado mes de mayo, y con anterioridad tras la convocatoria de un botellón en la Rambla del Raval.
Lo que se acordó ayer fue abordar el problema del vandalismo teniendo en cuenta varios aspectos: justicia, espacio público, vecinos y comercio, deporte, medios de comunicación y educación. Cada uno de ellos será estudiado por una comisión específica que propondrá soluciones. Los trabajos no estarán concluidos antes de que acabe el año. Al término de la reunión, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, precisó que uno de los puntos que suscitaron más debate fue la necesidad de individualizar las conductas vandálicas para que no queden impunes en la globalidad de los altercados.
Sin entrar, de momento, en propuestas concretas, algunos de los sectores más perjudicados, como los comerciantes del centro, consideran que en casos así hay que buscar emplazamientos alternativos. Otro de los puntos delicados que se abordarán es el papel de los medios de comunicación, en especial los audiovisuales, en momentos de celebraciones deportivas, porque en algunas ocasiones se teme que la presencia fija de las cámaras pueda alimentar coerto exhibicionismo de los alborotadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de junio de 2006