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Baja en Cataluña el número de espectadores de artes escénicas y música popular

El número de espectadores que acuden a espectáculos de artes escénicas descendió ligeramente (2%) en Cataluña en 2005 respecto al año anterior. Los resultados negativos se deben, en parte, a que en 2004 se concentró una amplia oferta en torno al Fórum y la asistencia a espectáculos de danza, teatro y lírica aumentó el 20,4%. Pero, al contrario de lo que cabría esperar, la recaudación no se ha visto resentida y ha aumentado de manera notable, pasando de 46,5 millones de euros a 57,9 el año pasado. Este incremento se debe, en buena medida, a la representación de Dralion por parte del Cirque du Soleil, cuyo paso por Barcelona generó 12 millones de euros.

Estos datos, facilitados ayer por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en la presentación del Anuario 2006, contrastan con la tendencia positiva en el resto de España, donde ha crecido el número de espectadores el 3,4%.

Con relación al teatro, las cifras que maneja la SGAE son algo mejores e indican que Cataluña mantuvo el año pasado un volumen de público similar al de 2004, con 2.703.393 espectadores, mientras que la recaudación es mayor (35%) gracias a éxitos de taquilla cómo Mar i cel y Matar al presidente.

En cuanto a la música popular en vivo, el anuario revela que Cataluña es la comunidad autónoma que más dinero ingresa en los conciertos: 30,3 millones de euros (el 21% del total), a pesar de no ser la que más organiza. Aun así, no todo son cifras positivas en torno a este aspecto, porque a diferencia del crecimiento general de espectadores en el resto de España, Cataluña pierde casi el 12% de público.

Todavía es peor la situación de la música grabada, cuyas ventas caen el 5,8% debido al azote de la piratería. De todas maneras, hay un dato positivo que destacar: Barcelona ha conseguido disminuir la venta ilegal y del 23,1% en 2003 ha pasado al 12,5% en 2005. El negocio que genera el cine también ha visto menguados sus beneficios por culpa de las descargas en Internet; así, las salas catalanas perdieron el año pasado casi cuatro millones de espectadores.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de junio de 2006