"El 62% de las mujeres en Chile es o ha sido infiel a su pareja". Gran dato, sobre todo si se ofrece en un telediario de máxima audiencia y si viene refrendado por una fuente creíble: "Esta cifra es resultado de una encuesta realizada por Naciones Unidas". Acabáramos. No por un estudio encargado por una marca de preservativos ni por un proyecto pergeñado en una institución pública. Nada menos que Naciones Unidas ha tenido la idea de ocupar tiempo y dinero en tal cuestión. Y lo peor es que semejante escena, contenida en los cinco primeros minutos de la cinta chilena Mujeres infieles, no pretende ser cómica. De ahí en adelante, todo empeora.
Formalmente paupérrima, pretendidamente sensual en las escenas de desnudos y con un guión de aficionado, la película deambula entre la farsa picarona, el drama costumbrista, el thriller familiar, el erotismo ligero y la tragedia redentora. Todo ello con frases como la siguiente: "Tus orgasmos son tu responsabilidad. Sigue el camino del orgasmo. El orgasmo es un derecho humano". Y ésta no es la parte cómica.
MUJERES INFIELES
Dirección: Rodrigo Ortuzar. Intérpretes: María José Prieto, Cristian Campos, Daniel Alcaíno, Lucía Jiménez. Género: tragicomedia. Chile, 2004. Duración: 107 minutos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de junio de 2006