La Comisión de Quejas y Deontología, órgano de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), ha dado un toque de atención a las televisiones ante la proliferación de espacios que "quieren ser periodísticos" y se dedican a difundir "los aspectos más íntimos, morbosos y agresivos de las personas". El detonante ha sido la actuación de la comentarista de Tele 5 Lydia Lozano en torno a la desaparición de Ylenia Carrisi, hija de los cantantes Romina Power y Al Bano, que ocupó horas y horas de emisión.
Durante casi cuatro meses (desde febrero de 2005), Lozano mantuvo en diversos programas de Tele 5 (especialmente en A tu lado y Salsa rosa), y en contra de los expedientes judiciales, que la joven desaparecida estaba viva, residía en Santo Domingo, se había casado y tenía dos hijas.
La comisión que vigila el comportamiento ético de los periodistas afirma que carece de competencias para juzgar a Tele 5, pero reprueba aquellos espacios en los que "se entrecruzan acusaciones, tramas, mentiras, manipulaciones y montajes, en demasiadas ocasiones soportados además sobre compensaciones económicas".
La resolución de la comisión de quejas se circunscribe a la actuación de Lozano y afirma que la comentarista televisiva ha conculcado los deberes deontológicos de la profesión periodística y transgredido el respeto a la verdad. "La información reiterada de Lydia Lozano no se ha correspondido a la verdad-realidad en ningún momento de sus intervenciones mediáticas" y "ha carecido de toda base probatoria y verificadora de la veracidad de sus informaciones". Además "ha abusado de la buena fe de los ciudadanos en la credibilidad de los medios de comunicación", especifica la resolución, de la que ha sido ponente el catedrático universitario y vicepresidente del Consejo Deontológico, Manuel Núñez Encabo.
En su defensa, Lozano dijo durante la tramitación del expediente que recibió una información reservada sobre un asunto que consideró de singular relevancia. "Como periodista profesional", decidió investigarlo y consideró tener "elementos suficientes de certidumbre" como para seguir las pistas que se le ofrecían. Sin embargo, tales fuentes fueron "un fiasco". "No resultaron fiables, y en última instancia abusaron de mi buena fe, personal y profesional".
Esta resolución es consecuencia de una solicitud presentada por el presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación, Alejandro Perales. Lozano recuerda que de forma libre y voluntaria reconoció su error abierta y públicamente ante las cámaras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de junio de 2006