Entre las conclusiones de los encuentros entre directivos españoles, sus promotores subrayan la necesidad de disponer de estrategias para incrementar la adaptabilidad de la plantilla. Entre ellas, citan tres principales: "Involucrar a los afectados y proporcionarles el tiempo necesario para comprometerse intelectual y emocionalmente con el cambio; permitir que los empleados ejerzan un cierto control directo o indirecto sobre lo que les ocurre en el proceso de implantación, y concebir la resistencia como una reacción natural e inevitable al cambio, animando a los afectados a expresarla". Entre las acciones clave que conviene desarrollar para afianzar el liderazgo de un proceso de transformación se destaca la necesidad de "dibujar una imagen clara de qué cambio debe ocurrir; crear una visión del estado futuro y del camino que sea excitante, realista e inspiradora".
Además, como subrayó Carlos Delgado en la presentación de los resultados de la encuesta, la comunicación frecuente, con el objetivo de entusiasmar y motivar a los empleados, se convierte en otra herramienta estratégica fundamental para que el proceso llegue a buen puerto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de junio de 2006