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CARTAS AL DIRECTOR

Rabia y dolor

La comparecencia del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, ante la comisión de Seguridad Vial, el pasado día 20, exponiendo los temas del anteproyecto de la reforma del Código Penal que se llevarán a cabo, nos deja a las víctimas de los mal llamados accidentes de tráfico con una nota de esperanza, por un lado, y con nuestra rabia contenida, por otro.

¿Cuántos muertos han sido necesarios para tomar estas medidas? ¿Cuántos más se producirán hasta que esta reforma se lleve a cabo? ¿Por qué todos los cambios son siempre a base de muertos? ¿Para cuándo tendremos como prioridad la palabra "prevención"?

Y, a pesar de estos cambios, somos muchos los que pensamos que, en lo que se refiere al alcohol, la tolerancia debe ser cero. No entiendo por qué de la propuesta de la DGT, 1 gramo por sangre, se ha pasado a 1,2 gramos. Sólo nos queda la esperanza de que nuestros muertos hayan servido para evitar otros muchos.

Como madre siempre me preguntaré ¿por qué ella? Pero ésa es una pregunta sin respuesta, que nos afecta a todos. ¿Por qué no tú?, ¿por qué no yo?, ¿por qué no él? Ojalá estas medidas sirvan para que cada día seamos menos los que tengamos que hacernos esta pregunta.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de junio de 2006