La violencia entre Israel y las milicias palestinas alcanzó ayer un punto de no retorno cuando siete palestinos armados lograron llegar, a través de un túnel, hasta una base militar israelí en el sureste de la frontera de Gaza. Los milicianos mataron a dos militares israelíes y secuestraron a otro, el primero a manos de palestinos desde 1994. Israel invadió con tanques el sur de la franja en busca del militar y anunció que la represalia será devastadora. El Gobierno israelí aprobó el uso masivo de la fuerza en Gaza.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de junio de 2006