La concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, anunció ayer, tras reunirse con los eurodiputados, que el Ayuntamiento realizará una declaración de impacto ambiental para las tres obras de la M-30 aún no iniciadas: los dos túneles del by-pass norte y un tercer túnel que unirá aquéllos con la A-1. Esas obras no van a realizarse en este mandato sino, en todo caso, en el siguiente (2007-2011), porque dependen de que se ponga en marcha la Operación Chamartín.
"No estamos obligados a nada, hemos cumplido la ley desde el primer día. Pero para mostrar nuestra buena fe vamos a proponerle esta solución a la Comisión Europea", dijo Martínez. La Comisión abrió expediente a España el pasado abril porque considera que la M-30 es una carretera (no una vía urbana) y que su reforma debió pasar hace dos años un estudio ambiental. El Ayuntamiento replica que la ley española dice lo contrario, y que todo el conflicto viene por una "mala trasposición" de la normativa europea a la española.
En paralelo a la declaración de impacto de los proyectos del norte, el Ayuntamiento hará -"y someterá a información pública", aseguró la concejal- un estudio para ver si las obras ya terminadas han tenido algún "efecto negativo". En ese caso, se corregirán "con medidas complementarias", a posteriori.
"Esto es una rectificación del Ayuntamiento. Lamento que llegue cuando casi toda la obra está hecha", afirmó la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que también recibió ayer a la delegación europea. "Hacer ese estudio ambiental no sirve de nada, la obra no es un proyecto por partes", señaló la socialista Trinidad Jiménez. Inés Sabanés, de IU, declaró: "Es una rectificación, pero es insuficiente".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de junio de 2006