El problema de los accidentes de tráfico es una triste realidad en la que todos debemos implicarnos. Se pone el énfasis en el alcohol como causa de accidentes y se habla bastante poco del cannabis, siendo del dominio público que se consume en nuestro país a gran escala.
En la última reunión de la Sociedad Francesa de Pediatría celebrada recientemente en Lyón se reflexionó sobre el tema. El consumo de cannabis hace peligrosa la conducción de un vehículo por disminución de reflejos en casos de urgencia, dificultad de controlar una trayectoria, mala coordinación de movimientos y tiempo de reacción alargado. Los efectos pueden durar de dos a ocho horas. La toma combinada con alcohol agrava los efectos, aunque la dosis de alcohol sea muy pequeña.
Hay que advertir a los consumidores de que no conduzcan hasta 10 horas después del consumo.
La multa por conducir bajo los efectos del cannabis en Francia es de 4.500 euros y dos años de prisión, que se duplica si además existe consumo de alcohol. Los policías están autorizados a realizar estos controles.
Creo que sería importante informar adecuadamente de los efectos, sancionar la infracción, y añadiría que aprovechar la ocasión para rehabilitar al infractor. El cannabis no es ninguna broma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de junio de 2006