La modelo Naomi Campbell compareció ayer ante un juzgado de Manhattan, Nueva York, acusada de discriminación laboral y agresión. Una empleada de su casa la acusó en marzo de haberle golpeado en la cabeza y causado una herida que recibió cuatro puntos. Ya en 1998, Georgina Galanis, otra trabajadora, la denunció porque le había arrojado un teléfono móvil a la cara.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de junio de 2006