El Obispado de Jaén criticó ayer la retirada de los crucifijos del colegio público San Juan de la Cruz de Baeza y dijo comprender a los padres que han censurado esta decisión de las autoridades educativas. A través de un comunicado suscrito por el vicario general de la Diócesis de Jaén, Manuel Bueno Ortega, el Obispado señaló que "la cultura de la sociedad de Jaén no podría entenderse, o sería ignorar la realidad, sin los signos cristianos y la presencia cristiana en lugares y espacios en que se desenvuelve la vida cotidiana de sus ciudadanos". Bueno calificó de "lógico" que los padres católicos manifiesten su disconformidad con la supresión de símbolos cristianos y con que se retiren los existentes "sin previo aviso", símbolos, añadió, que "son escuela de los más altos valores de nuestra cultura y así los quieren transmitir gran número de padres a sus hijos".
El Obispado de Jaén destaca que la Constitución garantiza la aconfesionalidad del Estado, pero que se precisa que "no debe concluirse por ello o entrar en la confusión de que esa expresión acarree la eliminación de toda actividad pública o la existencia de los signos religiosos", pues entiende que "lo que está en juego es la formación moral y cristiana de nuestros hijos, de la que somos responsables y la tradición de Baeza". El vicario general se preguntó "a quiénes y hasta dónde dañan los crucifijos en estas aulas" y concluyó inquiriendo si "se ha consultado al resto de padres la decisión de suprimir estos símbolos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de junio de 2006