Hans Joachim Bohlman, un súbdito alemán de 69 años aquejado desde hace varias décadas de una psicopatía que le lleva a destrozar cuadros famosos, lanzó el pasado domingo una sustancia corrosiva contra un lienzo del Rijksmuseum de Amsterdam. Titulado La comida de los milicianos celebrando la paz de Munster (1648), está pintado por Bartholomeus Van der Helst, uno de los artistas más señeros del Siglo de Oro holandés. La rápida reacción de los guardas de la sala al detener a Bohlman y los trabajos de limpieza, que empezaron de inmediato, parecen haber impedido que la corrosión traspasara la capa de barniz.
Conocido en su tierra natal como El lanzador de ácido, el agresor causó en el pasado destrozos por valor de 130 millones de euros a cuadros de Rembrandt, Klee, Durero y Lucas Granach, entre otros. En total, ha estropeado en menor o mayor grado un centenar largo de obras de arte en diversos museos germanos. Internado en un hospital psiquiátrico durante casi 20 años, salió a la calle en 2005, cuando los expertos dijeron que ya no podían hacer nada más por él. El tratamiento a que estaba sometido incluía una actividad pictórica que le permitía firmar los cuadros que ejecutaba.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de junio de 2006