El rock, los mercados financieros y el noviazgo entre el juego y el humor han servido de alimento inspirador para los seis comisarios de exposición que han merecido un premio de la Obra Social de Caja Madrid dirigido a jóvenes valores. El galardón de Inéditos 2006 es doble: de una parte cada proyecto obtiene 3.000 euros y, por otro lado, los flamantes comisarios han disfrutado de una ayuda de 22.000 euros para el transporte, producción y montaje de las tres exposiciones (una por cada proyecto) que permanecerán abiertas al público en La Casa Encendida hasta el mes de septiembre. En total, se presentaron 70 proyectos de los cuales un jurado integrado por María del Corral, Mariano Navarro, Tonia Requejo y José Guirau seleccionaron los tres mejores en los que participan los seis comisarios noveles.
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El primero de ellos, Empieza el juego, se materializa en una exposición concebida por David Arlandis, de 27 años, y Javier Marroquí, de 28, que se conocieron "hace mil años estudiando Historia del Arte en Valencia", según bromea Javier. Una vez licenciados y tras embarcarse en distintos proyectos en su ciudad natal, ambos optaron a la convocatoria de Inéditos 2006. "Para nosotros es un autentico privilegio trabajar, no sólo en Madrid, sino en particular en un entorno como la Casa Encendida", apunta el flamante comisario. En la exposición que apadrinan Arlandis y Marroquí hay un sinfín de visiones del juego, "como la de Julio César Palacio que ha montado juegos como el conocidísimo de hundir los barcos para el que hay que jugar desde habitaciones distintas y con walkie-talkies", dice Javier Marroquí.
El segundo proyecto premiado se llama Derivados, nuevas visiones financieras, de Mar Canet, Jesús Rodríguez y Daniel Beunza, y tira por los derroteros de la Bolsa. "Nosotros pensamos que las finanzas son la fiel expresión de la época que vivimos", señala Daniel Beunza, profesor de Administración de Empresas, de 34 años. Entre las creaciones más destacadas, Beunza cita al ticketman, una instalación en la que los tres comisarios han inventado un lenguaje musical para cada valor de la Bolsa y, según van apareciendo en una pantalla, el pintor Jesús Rodríguez "va interpretando la música y traduciéndola en un cuadro abstracto".
La tercera idea seleccionada por el jurado es la de Kamen Nedev y se llama Terraplane Blues, que "parte de la premisa de que cualquier análisis riguroso del fenómeno rock no puede sino incidir en su dimensión sociológica, política y estética", dicen los organizadores de la muestra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de junio de 2006