El PSPV y el Bloc-EV presentaron ayer la propuesta con la que el Gobierno local de Gandia pretende dar soluciones a un conjunto de edificaciones que aglutinan a una importante población con problemas sociales y de marginalidad. Se trata del conocido como Grupo Simancas, construido en 1954, próximo al centro urbano, y en el que residen unas 200 personas. El equipo de gobierno presentó a los vecinos la opción de intervenir en la reforma de las viviendas, pero se inclina por una segunda alternativa más ambiciosa, que pretende el derribo y la construcción de nuevas viviendas de mayor calidad, dotadas de servicios públicos. El proyecto contempla nuevas viviendas libres y de protección oficial, un aparcamiento público de 320 plazas, un centro social, una biblioteca y un balneario urbano, con gimnasio público y zona de spa.
El alcalde de Gandia, el socialista José Manuel Orengo, manifestó ayer que esta intervención urbanística pretende mejorar la calidad de vida de este espacio urbano, "referente de degradación" en la ciudad. La intención del gobierno local es crear 101 nuevas viviendas, y ofrecer a los actuales residentes facilidades para su adquisición. La previsión es que el nuevo Simancas, si lo aprueban los vecinos, sea una realidad en dos años. El coste del proyecto se ha estimado en 16 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de julio de 2006