"La LOU era una ley sin consenso. La comunidad educativa, los sindicatos y los partidos políticos se manifestaron en contra. Era una clara injerencia en la autonomía universitaria". Así explicó ayer el responsable de la Federación Estatal de Educación del sindicato CC OO, José Campos, la necesidad del cambio en la norma universitaria.
Campos destacó la importancia que supone la creación del estatuto del personal universitario. "Si logramos negociar un buen estatuto del personal, se abre un verdadero desarrollo profesional, que ahora no existe. Esto podría suponer un beneficioso efecto llamada para los profesores, que podrían quedarse en nuestras universidades", aseguró. También se congratuló del carácter totalmente público que se le da a la Agencia de Evaluación (Aneca) y de los "avances" en "la descentralización", así como "la equiparación del personal funcionario y el laboral".
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Sin embargo, se quejó de que "los agentes sociales deberían tener más peso". Pero, sobre todo, cree que la reforma "debería ir acompañada de una memoria económica que nos sitúe al nivel europeo en gasto universitario". En cuanto a los estudiantes, señaló: "Van a tener voz, cosa que no tenían antes".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de julio de 2006