La víspera del encuentro de octavos entre Holanda y Portugal, Scolari estaba desesperado. Nadie podía dormir. El rumor que provenía de la calle no se extinguía, aunque hacía horas que estaba todo cerrado. Núremberg, un burgo amodorrado, padecía insomnio por culpa de un chico de 21 años. "¡Ronaldo, Ronaldo!", rugía el mantra con voz femenina. Eran las chicas que gritaban el nombre de Cristiano Ronaldo sin descanso hasta la madrugada. Portugal ya no ha vuelto a reservar plaza en el centro de las ciudades.
"Scolari le trata con especial atención porque sabe que no es muy maduro y que el entorno le afecta. Gana una fortuna y se le ha subido a la cabeza", dice un conocedor de la estancia portuguesa en Marienfeld. Cristiano Ronaldo proviene de una familia extremadamente modesta de la capital de la isla de Madeira y "no tiene apenas base educativa". Una circunstancia que ha pesado para que el técnico decidiese convertirse en una especie de padre sustituto (el biológico falleció hace menos de un año). También la convicción del entrenador de que el delantero del Manchester United es el jugador más talentoso de todos los que dirige. "Hay que cuidarlo, es joven y tiene una edad y unas circunstancias peligrosas", comenta Scolari con ese aire de seminarista que se da en las comparecencias públicas.
MÁS INFORMACIÓN
Es improbable que Cristiano Ronaldo haya extraído muchas enseñanzas del pequeño tomo del Arte de la guerra de Sun Tzu que Scolari ha distribuido entre toda la plantilla. Sus pasatiempos no incluyen la lectura. Lo más curioso de lo que confiesa que le gusta hacer en su tiempo libre es "estar solo". Quizá sea por el acoso al que lo somete la prensa del corazón por su relación amorosa con una estrella de la televisión portuguesa.
Cristiano Ronaldo no está haciendo un campeonato al nivel de las expectativas periodísticas de su país. "Le puede la presión, es menos maduro que Figo a su edad", dicen. Por eso, el que marcase el penalti decisivo contra Inglaterra se considera que puede suponer "un punto de inflexión". De momento, Cristiano, a quien su técnico ha mantenido escondido del alcance de los medios, ya dice que está "muy orgulloso".
A Cristiano Ronaldo decidió ficharlo el vestuario del United. Fue después de un partido contra el Sporting de Lisboa. "Todos los chicos me dijeron que tenía que contratarlo, que era imposible de frenar", relata Sir Alex Ferguson. Tenía 18 años. Costó más de 20 millones de euros. Ahora, Ronaldo, apodado en su infancia Kluivert, se deja querer por el Real Madrid. Hasta el punto de que en su página de Internet oficial, la portada es un fotomontaje con el futbolista vistiendo de blanco. Encima de la fotografía, un juego de palabras: "¿Es Real?".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de julio de 2006