Las defensas del caso del amianto, que ayer quedó visto para sentencia, consideran que la Justicia "fracasaría" si condena a los dos médicos y los dos directivos de la extinta fábrica de Fibrocementos de Levante de Sant Vicent del Raspeig que están siendo procesados en el juzgado número 3 de Alicante desde el 17 de mayo. El fiscal pide tres años de cárcel y cuatro y medio de inhabilitación para cada acusado por la muerte de ocho trabajadores de la factoría y la enfermedad grave de otros 29 empleados a causa de la inhalación de polvo de amianto.
Tras mostrar su "absoluto respeto" por los afectados, los letrados de la defensa insistieron en negar la responsabilidad de los acusados al replicar que los empleados sí fueron informados de los riesgos de trabajar con amianto y que las mediciones de este material cancerígeno "eran correctas" en la fábrica. Decretar una pena de prisión, según advirtieron, supondría "condenar a unos inocentes". "Se busca una cabeza de turco para justificar una indemnización", agregaron.
El abogado de la empresa, considerada responsable civil subsidiaria, incidió en que las actuaciones de los médicos acusados "sólo se pueden imputar a los facultativos", pero no a los directivos de Fibrocementos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de julio de 2006