Entiendo la postura de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en lo que piden al papa Ratzinger: que pida perdón por el papel desempeñado por la Iglesia católica durante la Guerra Civil española, y se retiren de los templos religiosos, las placas conmemorativas de Falange y de los "Caídos por Dios y por España".
Yo, no lo haría. Al fin y al cabo, qué mejor ejemplo que éste, para recordarnos fehacientemente la postura que la iglesia adoptó durante y después de la contienda. Con la retirada de estas placas no sería de extrañar que la jerarquía católica acabase negando su papel en la Guerra Civil.
Y es que en este país tenemos tendencia a olvidar muy pronto, como bien nos lo recuerda Soledad Gallego Díaz en su magnífica columna Arnaldo Otegi y la hipnosis.- José Luis González Pérez. Palencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de julio de 2006