Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

El último 'señor de la guerra' somalí se rinde a los islamistas

Al menos 140 personas murieron y más de 200 resultaron heridas en Mogadiscio, la capital de Somalia, desde el domingo, en dos días de violentos enfrentamientos entre las milicias islámicas y los combatientes de Abdi Hassan Awale Qeydiid, el último señor de la guerra presente en la capital somalí, que se rindió ayer.

"Agradecemos a Dios que nos ayudara a limpiar Mogadiscio de los señores de la guerra. Hemos tenido éxito en la lucha contra la opresión", dijo el presidente del consejo ejecutivo de las Cortes Islámicas, quien calificó de mártires a los que lucharon con la milicia islámica.

Las milicias islámicas lanzaron, tras la rendición de Qeydiid, una operación de desarme y amenazaron con destruir a todo aquel que se resista a su poder. "Todo intento de combatir a los tribunales islámicos es en vano. Estamos decididos a gobernar Mogadiscio como un solo poder", declaró ayer a los medios de comunicación locales un dirigente islámico.

Una recogida de armas que, empezó puerta por puerta en la capital somalí, que se está recuperando de la ola de violencia que desde el pasado domingo obligó a centenares de personas a huir de la ciudad o refugiarse en sus casas. El transporte público, suspendido desde el domingo, volvió a funcionar ayer.

Somalia carece de un Gobierno efectivo, desde que los señores de la guerra depusieron al dictador Mohamed Siad Barré en 1991; un vacío de poder que ha sumido al país africano en un conflicto permanente.

Los enfrentamientos armados, que han durado dos días, rompieron el periodo de relativa calma que vivía la ciudad desde que los combatientes islámicos tomasen la capital en junio, tras más de cuatro meses de lucha contra la Alianza para la Restauración de la Paz y Contra el terrorismo, formada por varios señores de la guerra y apoyada por Estados Unidos en el marco de su lucha antiterrorista. Qeydiid, uno de los fundadores de la Alianza, era el último de los miembros que permanecía en la capital somalí.

Las milicias de los Tribunales Islámicos, que promueven una rígida interpretación del Corán, han prohibido el cine, la televisión y la música.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de julio de 2006