El Gobierno de Estados Unidos anunció ayer que todos los presos de la base de Guantánamo y todos aquellos que se encuentran actualmente detenidos bajo custodia de personal militar estadounidense en el mundo tendrán derecho a estar protegidos por la Convención de Ginebra que regula el trato a los prisioneros de guerra.
El anuncio es consecuencia directa del reciente fallo del Tribunal Supremo estadounidense que declaró ilegales los tribunales militares especiales para juzgar a los presos de Guantánamo. La iniciativa de ayer supone un giro de 180 grados en la política de la Administración de Bush, que en 2002, cuando se abrió el penal de Guantánamo, decretó que los sospechosos de terrorismo detenidos en Afganistán eran "combatientes ilegales" y que, por tanto, no estaban amparados por la Convención de Ginebra.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de julio de 2006