La Generalitat sancionará a partir del próximo año con multas que superarán los 20.000 euros a quienes sacrifiquen animales. "Si son reincidentes, esta cuantía subirá", aseguró ayer en Barcelona el consejero de Medio Ambiente, el ecosocialista Francesc Baltasar. Estas sanciones también se extenderán a los centros públicos y privados que acogen animales abandonados. Durante el pasado año, las perreras sacrificaron 5.668 perros y gatos.
También se impondrán multas a los ciudadanos que abandonen a sus mascotas. Las sanciones serán en este caso de entre 400 y 2.000 euros, aunque si el abandono causa algún tipo de riesgo, se incrementarán hasta 20.000 euros. También serán multados los propietarios de las animales de compañía que no lleven el chip identificatorio.
Según los datos del Departamento de Medio Ambiente, el pasado año fueron abandonados 24.600 perros y gatos, o lo que es lo mismo: un animal cada 18 minutos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de julio de 2006