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Las potencias reenviarán el expediente de Irán a la ONU

Los ministros de Exteriores del llamado grupo de los seis -los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y Alemania-, que ofrecieron a Irán un paquete de incentivos a cambio de que suspendiera el enriquecimiento de uranio, alzaron ayer el tono contra Teherán y anunciaron que pedirán a este órgano de la ONU que se haga de nuevo cargo del contencioso, lo que abre la puerta a la aplicación de sanciones si Irán no rectifica su actitud.

Los representantes de Francia, EE UU, China, Rusia, Reino Unido y Alemania se reunieron en París para analizar el informe del jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, sobre los contactos que ha mantenido con el negociador iraní, que no parecen haber desembocado en ningún cambio en la actitud de Teherán.

Philippe Douste-Blazy, el titular francés de Exteriores, leyó una declaración consensuada en la que las potencias aseguran estar "profundamente decepcionadas" porque Teherán no se implica en las conversaciones propuestas por la comunidad internacional ni toma en serio la oferta de colaboración política, económica y nuclear que le fue presentada el pasado 6 de junio.

La oferta consiste en un paquete de cooperación tecnológica y comercial, y los seis habían pedido una respuesta rápida. Pero el pasado martes, Teherán rechazó suspender el enriquecimiento de uranio, que, eventualmente, podría permitirle fabricar una bomba atómica.

"Irán no da ninguna indicación de que quiera discutir de forma sustancial nuestras propuestas", dicen los seis, aunque dejan una puerta abierta, al señalar que esta decisión podría paralizarse si Irán decide sentarse a negociar seriamente.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de julio de 2006