Los secretarios provinciales de CC OO, Rafael Fernández, y de UGT, Juan Antonio Gilabert, se reunieron ayer con los trabajadores del astillero de Sevilla para analizar los incidentes tras la protesta de los empleados de Izar ante el Ayuntamiento hispalense, que acabó con más de 30 heridos y la detención de dos manifestantes. Fernández Serra aseguró en conferencia de prensa que los sindicatos "no se quedarán de brazos cruzados" e indicó que han encargado a sus servicios jurídicos el análisis de los vídeos y fotografías tomadas por los medios de comunicación para determinar si emprenderán acciones judiciales.
El dirigente de CC OO criticó con dureza la actitud del alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín. "La venta de su empresa es una razón importante para que los trabajadores busquen el respaldo de un regidor que les había prometido una reunión desde hace un mes". Por su parte, Gilabert mostró su desconfianza ante los posibles adjudicatarios del astillero sevillano. El secretario provincial de UGT afirmó que la empresa Astilleros de Huelva, favorita para la adjudicación, "ha estado durante once años negociando un convenio colectivo a fuerza de huelgas de los trabajadores, además de convertir la plantilla en una subcontrata".
El secretario federal de Relaciones Políticas de IU, Felipe Alcaraz, quien también se reunió con los trabajadores, reclamó la destitución del delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, por la actuación "desproporcionada y sanguinaria de la policía". En el lado contrario, el comité provincial de la Unión Federal de la Policía defendió que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía actuaron "muy correctamente y aguantaron mucho antes de intervenir".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de julio de 2006