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"No hay una oleada de deslocalizaciones"

El Gobierno tripartito se estrenó a finales de 2003 con un caramelo de lo más amargo: la deslocalización de la multinacional holandesa Philips. Desde entonces ha vivido algunos episodios más de fugas de empresas para producir en países de bajos costes laborales; desde Samsung, que encendió todas las luces de alarma en la industria catalana, hasta la más reciente, la anunciada por Braun. El consejero de Economía y Finanzas del Ejecutivo autónomo, Antoni Castells, no negó que "ha habido y hay casos" de deslocalizaciones de empresas multinacionales que han cerrado sus fábricas en Cataluña, pero aseguró que no se trata de un proceso "preocupante" ni de una "tendencia" que vaya a marcar el futuro de la industria catalana. "Hay más casos de empresas que invierten en Cataluña que de huidas", aseguró el consejero. "Sí ha habido varias multinacionales que han comprado firmas catalanas [la última, Chupa Chups]", concedió, pero reiteró que esas compras no tienen nada que ver con las deslocalizaciones "y precisamente se producen porque las empresas catalanas funcionan bien".

"Me gustaría que fueran las empresas catalanas las que compraran compañías extranjeras" -de hecho eso es lo que ha ocurrido en algunos casos, como en el del grupo de infraestructuras Abertis-, "pero en todo caso es un error argumentar que hay una oleada alarmante de procesos de deslocalización", reiteró.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de julio de 2006