Un grupo de 41 pacifistas, que fueron detenidos el pasado 24 de junio durante la ocupación del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca, presentaron ayer en el juzgado de guardia una querella por calumnias contra el alcalde de Barcelona, Joan Clos.
Los querellantes acusan a Clos de haberlos difamado al asegurar que los pacifistas detenidos en aquellos incidentes eran los mismos que habían causado desmanes durante las fiestas del barrio de Gràcia el pasado año. Los pacifistas reclaman del alcalde una rectificación pública, la inhabilitación para ejercer cualquier cargo público, una multa y una indemnización a los querellantes. Los pacifistas han iniciado al mismo tiempo una campaña para que el Ayuntamiento de Barcelona se declare "ciudad libre de centros de internamientos para extranjeros".
Un portavoz del Ayuntamiento desmintió ayer que Clos efectuara estas imputaciones y aseguró que en cualquier caso serían unas afirmaciones en condicional, respondiendo a periodistas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de julio de 2006