Los mercados de valores continúan descontando la acumulación de problemas en el entorno internacional, a pesar de que ayer contaron con algunos indicadores económicos que, cuando menos, invitaban a la reflexión.
La situación en Oriente Próximo apenas ha variado, pero el mercado del petróleo ha comenzado a soltar presión ante las crecientes posibilidades de que se imponga en algún momento la vía diplomática. El precio del barril de crudo descendía cerca de un dólar en el mercado y eso hizo que la renta variable funcionara con algo más de tranquilidad. La festividad en Japón hizo que los mercados europeos funcionaran sin demasiadas referencias a primeras horas de la mañana y, ya casi en el momento del cierre, la apertura al alza de la Bolsa de Nueva York no consiguió animar a los inversores a arriesgar algunas tomas de posiciones con vistas a una posible reacción en los próximos días.
El Ibex 35 cedió el 0,54% y quedó por debajo del nivel de los 11.200 puntos, poniendo a prueba la solidez de los soportes técnicos y, de paso, los nervios de algunos inversores. El índice de los valores medianos bajó el 1,08% y el de los pequeños el 1,46%, al concentrarse los escasos esfuerzos de los inversores en los grandes valores ante el vencimiento de contratos de opciones y futuros de este viernes.
La estabilidad del IPC de la eurozona en el mes de junio, que confirmó el 2,5% provisional, y el aumento de la producción industrial en mayo apenas causaron impresión a los inversores, al contrario de lo que sucedía en Estados Unidos, donde el incremento de la producción industrial de junio y el descenso del precio del petróleo consiguieron animar el mercado, a pesar de que el índice Empire State, que mide la actividad industrial en el Estado de Nueva York, cayó estrepitosamente en julio, al pasar de los 29,01 puntos de junio a los 15,64 de este mes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de julio de 2006