Al menos 43 personas han muerto al derrumbarse en la noche del martes al miércoles un edificio de cuatro plantas en la ciudad nigeriana de Lagos, la capital económica del país, según un portavoz de Cruz Roja. Las labores de los equipos de rescate continuarán durante la jornada de hoy. Los cadáveres fueron hallados entre los escombros. Durante la tarde, habían sido rescatados 50 supervivientes.
"Fue una visión horrible. Estaba de camino a casa cuando escuché un fuerte estertor y, repentinamente, todo el edificio se vino abajo. Estaba aquí cerca, a menos de una manzana caminando en dirección al edificio derrumbado", contó Debo Ajala, un testigo.
El inmueble era de nueva construcción y hasta ayer se desconocían las causas del siniestro. Tenía 56 apartamentos, un bar y varios locales comerciales. Los derrumbes de edificios nuevos no son nada raros en las dos grandes ciudades del país africano, Abuja, la capital política, y Lagos, la económica. La mayoría de los inmuebles se construyen con materiales de pésima calidad y sin ningún control por parte de las autoridades. "Los proyectos de construcción rara vez pasan por algún control, ni de arquitectos ni de técnicos del Ayuntamiento, que normalmente dan el visto bueno previo pago de un soborno", según una fuente del sector de la construcción de Nigeria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de julio de 2006