El supuesto asesino de Beatriz Collado, la mujer hallada muerta en marzo en un pantano de Granada, reconoció ayer haber mantenido relaciones sexuales con la víctima, pero aseguró que fue a instancias de dos personas que le buscaban por un ajuste de cuentas. Según el acusado, José Molero, ellos fueron también quienes acabaron con la vida de Collado, de 27 años.
Molero, que está en prisión preventiva, compareció ante el juez como imputado por detención ilegal, agresión sexual, robo con violencia y homicidio. Hasta ahora, lo único que había declarado era que tenía el teléfono móvil de la víctima porque lo había comprado en un mercadillo.
Ayer cambió su versión y aseguró que dos personas cercanas a su entorno, narcotraficantes y de origen árabe, le habían pagado (entre 30.000 y 50.000 euros) a cambio de que matara a cinco personas. Según su versión, no cumplió el encargo, por lo que los dos hombres le buscaron para vengarse.
Molero contó al juez que le abordaron cuando salía de casa de su hermano el pasado 1 de marzo y momentos antes de que pasara por el mismo lugar la víctima con su coche. Según la versión del acusado, los hombres instaron a la mujer a pararse y la introdujeron en un vehículo BMW tipo ranchera. Obligaron a Molero a mantener relaciones sexuales con ella y luego la mataron y arrojaron su cuerpo al pantano de Cubillas.
"Según su versión, Beatriz ha sido una víctima circunstancial de una macabra lotería", explicó Jesús Huertas, el abogado del imputado. Susana Lorente, la letrada de la acusación particular, calificó de "demencial" la historia narrada ayer por el imputado. "Está plagada de contradicciones, no tiene ningún tipo de base", afirmó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de julio de 2006