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"Vimos una chimenea de humo, y luego otra y otra"

La familia Bonet Barrachina comía en la terraza de su chalé cuando se inició el fuego. A lo lejos, justo enfrente, vieron "una chimenea de humo". Ayer, 24 horas después, el bosque que contemplaban desde hacía décadas había desaparecido. Ellos no se fueron. Velaron su casa toda la noche. Sacaron, eso sí, a los siete menores que estaban en la casa cuando empezó el fuego. Teresa, la dueña de la casa, que llegó de Francia hace ocho días para pasar el verano, se lamentaba ayer de que los efectivos no hubieran actuado antes. Junto a ella, José Vicente Bonet. "No me tiene que venir a decir nadie cómo ocurrieron las cosas. Esto es un mirador perfecto. Vimos la chimenea de humo. Minutos después otra un poco a la izquierda. Y al poco una tercera. Los primeros helicópteros, dos, llegaron a la media hora. Hicieron el reconocimiento y hasta dos horas después nadie echó una gota de agua. Lo diré donde sea porque así fue. Nosotros lo vimos. El fuego se hizo con la montaña. Y a esta casa no vino nadie a ayudarnos. Bueno, un coche de la policía local a las siete de la tarde. ¿Dónde están todos los aviones, 17 decía la televisión, que han estado aquí? Nosotros no los hemos visto".

Mari y su marido, Juan, estaban también cuando empezó el fuego. Ella recuerda perfectamente el incendio de marzo pasado "También fue un buen susto".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de julio de 2006