La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, del PP, ha renunciado a construir nichos sobre una fosa común del Cementerio General en la que fueron enterradas víctimas del franquismo. La Junta de Gobierno Local aprobó ayer liquidar el contrato con la empresa Secopsa para levantar 1.030 nichos en la sección séptima derecha del cementerio. Un juez tenía paralizadas parcialmente estas obras desde mayo, tras denunciar el Fòrum per la Memòria que se destruirían posibles restos de republicanos represaliados tras la Guerra Civil.
La alcaldesa rechazó en abril la pretensión de la organización republicana de investigar la fosa común con el argumento de que no quedaban restos tras las exhumaciones realizadas en las últimas décadas. El PP tampoco aceptó la petición de la oposición (socialistas y EU-L'Entesa) de colocar una placa en homenaje a las víctimas del franquismo, y propuso un monumento a todos los fallecidos.
El Fòrum recurrió a los juzgados, que suspendieron las obras en la parte de la fosa objeto de sus pesquisas. Barberá retiró poco después las máquinas en el resto de la sepultura tras denunciar la oposición que la tierra extraída estaba mezclada con huesos, que acabaron en una cantera de Sagunto. El contencioso judicial continúa abierto, mientras el Ayuntamiento construirá los nichos en otra zona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de julio de 2006