Imagen de los expedicionarios del centro guipuzcoano Ontziola mientras navegaban por aguas de Terranova
Duro retorno al pasado
"Ha sido emocionante y duro a la vez. Teníamos la comida racionada y había días que navegábamos hasta 14 horas. Cada jornada debíamos buscar un lugar para dormir. Hemos pernoctado en cabañas de pescadores, en la playa...", relató ayer recién llegado, en San Sebastián el bertsolari Jon Maia, uno de los componentes de la expedición que se ha desplazado a Canadá para estudiar y recrear la vida de los balleneros vascos en el siglo XVI.