El profesor y consejero del Banco de España Guillem López Casasnovas aseguró ayer en San Sebastián que tras el crecimiento de la presión fiscal en las últimas décadas, España se situa ya al nivel de Alemania o el Reino Unido, "sin que sea evidente que los servicios estén a su altura". López Casasnovas destacó el crecimiento de los impuestos indirectos en su intervención en los Cursos de Verano de la UPV.
El consejero del Banco de España destacó que los trabajos de la Unión Europea sobre la calidad del gasto público sitúan a España "en la franja media-baja de la valoración, con un empeoramiento relativo en la última década". A su juicio, "pese a los avances que pueda suponer la recientemente aprobada Ley de Agencias, el problema de la eficiencia en la gestión pública no es de estructuras administrativas o de redefinición de contratos de gestión, sino de descentralización efectiva de responsabilidades a los proveedores de recursos públicos y de desregulación".
Según indicó, el Plan de Modernización de la Economía Española, "más allá de los buenos propósitos a favor de la transparencia, cambio regulatorio y rendimiento de cuentas, no permite hoy ni tan siquiera la evaluación de su cumplimiento por parte de una entidad externa a la propia Administración".
López Casasnovas advirtió de que no es cierto que a mayor gasto público, más bienestar social. El objetivo debería ser, según dijo, "que el PIB crezca, la sociedad se desarrolle en libertad y que buena parte del gasto social, como el subsidio de paro o los salarios de reinserción, resulte innecesario".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de julio de 2006