Mestre fue una de las voces más conocidas de la radio en valenciano, en buena medida gracias a una pronunciación y una dicción que muchos de sus compañeros no han dudado en calificar de perfectas. La admiración que le profesaban varias generaciones de colegas, sin embargo, no obedecía sólo a su capacitación profesional, sino a su compromiso ético con el periodismo y al "amor hacia su pueblo". "Ha hecho escuela en la radio en valenciano", señalaba ayer Miquel Martínez, que coincidió con él en Radio Nacional de España (RNE) como jefe de los servicios informativos, "era una persona extraordinariamente culta".
La carrera de Mestre está ligada estrechamente al programa De dalt a baix de Radio Peninsular (emisora ligada a RNE), que permaneció en las ondas desde 1974 hasta los primeros años noventa con diversas interrupciones de por medio.
Hace 32 años, mientras Mestre trabajaba en la librería Ausiàs March junto a su compañero de siempre, Frederic Martí, el periodista Amadeu Fabregat le propuso hacer el programa junto a Joan Monleon y Rosa Balaguer. Rápidamente, gracias a la buena acogida que obtuvo, la duración inicial de 15 minutos se quedó corta y ocupó una hora entera. Con la salida de Fabregat, Mestre asumió la dirección y tras la llegada de Jaime Millás a la delegación de RNE, el programa se convirtió en un magazín de tarde de hasta cuatro horas.
"Fue revolucionario" recordaba Mestre en una entrevista concedida a este diario en 2001, año en que se prejubiló. "Cuando empezamos no había nada, estábamos anclados en el franquismo".
El periodista, que se consideraba "hijo lingüístico de la comarca de la Marina", en concreto de Altea, población a la que estaba ligado desde que veraneaba de pequeño, se mostraba entonces ilusionado por encontrarse en un momento "personal e intelectualmente" fértil y con la ilusión de tener tiempo por delante para dedicarlo a sus aficiones. Una nueva etapa que iniciaba con "orgullo" y la satisfacción de haber formado a dos generaciones a partir de un momento en que la educación en valenciano era un sueño y la normalización cultural de la lengua catalana, apenas una esperanza de las fuerzas que luchaban contra el franquismo.
Entre otros galardones, Mestre obtuvo el Premi Jordi de Sant Jordi de Poesía en 1981 por Fletxes de vent y el Premi Nacional de Radiodifusió de la Generalitat de Catalunya en 2001. Su cuerpo será incinerado hoy, a las 10.00, en el tanatorio de Valencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de julio de 2006