Guerra en Oriente Próximo
Con un lenguaje calcado y perfecta sintonía en sus argumentaciones, el primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, apoyaron ayer la creación de una fuerza multinacional que supervise un hipotético alto el fuego en Líbano. Ambos líderes se comprometieron a impulsar una resolución la semana próxima en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Francia, la última potencia colonial en Líbano, ha decidido emplearse a fondo en sus últimos días en la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr una resolución del organismo exigiendo un alto el fuego inmediato en el conflicto. París quiere que ese documento, que incluye el intercambio de prisioneros, sea debatido la próxima semana por los 15 miembros del Consejo.
El Ejército israelí batalla por tierra en el sur de Líbano mientras Hezbolá golpea con sus misiles el punto más lejano nunca alcanzado en Israel. Ya lo advirtió Hasan Nasralá, líder de la milicia chií: atacaremos al sur de Haifa. Ayer cumplió. La guerrilla islamista lanzó un misil Fajr-5, de fabricación iraní, que impactó en una zona despejada de Afula, 50 kilómetros al sur de la frontera.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU pidió ayer a Estados Unidos el cierre inmediato de todas sus cárceles secretas, y que permita el acceso de miembros de la Cruz Roja a cualquier persona detenida en relación con un conflicto armado. Washington consideró "decepcionantes" las conclusiones de la ONU y lamentó que el Comité critique más a EE UU que a otros países en los que no se cumplen los derechos humanos.